El escándalo que recorre Estados Unidos a raíz del cobro de multimillonarias primas por parte de los directivos de la aseguradora AIG ha sido la gota que ha colmado el vaso de la indignación de la sociedad estadounidense, que no entiende cómo los ejecutivos que han llevado al borde de la quiebra al conjunto del sistema se vayan ahora a casa con los bolsillos bien llenos. Además, ante el cariz que está tomando la controversia y tras el anuncio realizado tanto desde la Casa Blanca como desde algunos gobiernos europeos de poner algún limite s estas prácticas en las entidades está llevando a algunos miembros del sector a replantearse su política retributiva.
Dentro de esta tendencia, el presidente del grupo holandés bancario y de seguros ING, Jan Hommen, ha pedido a sus altos cargos a renunciar a las bonificaciones de 2008 y ha informado de que tampoco distribuirá de momento las de este año.
Un portavoz del partido de Sarkozy -UMP- ha revelado que el Gobierno introducirá una ley para limitar los bonus de los ejecutivos y su acceso a las opciones sobre acciones ante la dificultad para llegar a un acuerdo con el sector sobre la necesidad de limitar las retribuciones millonarias de sus directivos.
Los principales directivos del banco Société Générale también han terminado por ceder a las presiones políticas y han decidido renunciar totalmente a sus stock options (opciones sobre acciones), según informa hoy la prensa gala.
Es la presión social contra las retribuciones millonarias de los banqueros